jueves, 26 de mayo de 2016

Elogio de la lentitud

Buenas a todos. 
Yo era un periodista acelerado. Incluso tomaba estimulantes (en EE UU, el consumo de estas sustancias ha aumentado el 70% desde 1998 en el contexto laboral). Hacía turnos de doce días, como la mayoría de mis compañeros. La inmediatez es un principio en periodismo, y se convierte en urgencia. No habría demasiado problema si, pasada esa "emergencia", motivada porque el lector quiere "ya" la información, nos relajáramos un poco. Mi segundo brote psicótico me descabalgó de esa loca carrera. Ahora he aprendido a vivir con calma, mi mayor conquista de mis 30 y tantos es que duermo mejor que nunca y, sin embargo, me topo con la incomprensión social de este mundo acelerado. Por eso me uní al grupo de Facebook Decrecimiento y he creado la colmena del mismo nombre en beBee.

¿Hay alguien ahí? ; )

Tengo que decir que igual vuelvo al periodismo (de hecho, ya estoy mandando CVs de periodista, y mis perfiles en Linkedin y beBee evidencian qué es lo que me interesa), aparte de por vocación, porque mi último trabajo ha sido en hostelería (¿qué os voy a contar de cuándo quiere el cliente todo?) y en el anterior, buzoneando en una empresa de "trabajo protegido", nos cronometraban.

Un saludo.

Os dejo un enlace muy interesante sobre el libro "Elogio de la lentitud", del también periodista Carl Honoré

http://www.elblogalternativo.com/2009/07/21/elogio-de-la-lentitud-de-carl-honore-vivir-deprisa-no-es-vivir-es-sobrevivir/#comment-461151

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