No tengo mucho que aportar respecto al homenaje a los cargos locales del PP y del PSOE y sus bases, aparte de mi voz y mi solidaridad, tras décadas de padecer la violencia terrorista (sí, terrorista; lucha armada sería otra cosa, porque estas personas a las que reconozco en este artículo no podían luchar, sólo protegerse como podían, mientras sus dirigentes estaban más a salvo y obtenían rédito político de la violencia, que trasnformaban en su fortuna).
Su coraje de "solos ante el peligro" nos debería servir de ejemplo a todos, que casi no salimos a la calle hasta lo de Miguel Ángel Blanco en 1997, también en este nuevo tiempo en el que algunos, como el alcalde de Irun, José Antonio Santano, demuestran lo que es la generosidad, mientras otros muchos tienen que tragarse su rabia ante las muestras de cinismo de los que jaleaban a los asesinos y ahora se muestran como pacifistas.
Para los que siguen, como es natural, indignados; para los que, como Santano, han pasado página; para los que ya no están; para todos ellos, y para otros muchos que ahora en esta entrada no les toca, pero de los que nunca nos olvidaremos, como los de Gesto por la paz, o los que en los peores años (los 80) propugnaron un movimiento por la paz y la no violencia y fueron acusados de instrumento del Estado; o los mayores héroes, los que hicieron frente a los dos grandes fascismos que ha padecido este Pueblo desde 1936 hasta ahora desde el mayor de los anonimatos, y desde la independencia, soportando chantajes y amenazas sin el respaldo de ninguna formación política, día a día, en la calle, sin escoltas; para todas esas personas, mi mayor homenaje y un fuerte abrazo.
Santano defiende que para construir la paz «estamos obligados a ir más allá de las siglas políticas»
Sin olvidar nunca a las fuerzas de seguridad; dejando a un lado luces y sombres, también han sufrido, como todxs.
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