Aupa.
Acabo de suprimir (un poco tarde) mi entrada 'Alarde de machismo'. Porque quiero.
¿El motivo directo? Empatizo con un amigo de Hondarribia que tiene el desfile tradicional en su foto de perfil de Facebook. Me ha explicado con mucha cordialidad su postura (a favor del respeto y contraria a cualquier imposición externa), y, aunque sigo siendo partidario de que esta fiesta se abra a los nuevos tiempos (para ello, sería suficiente a mi entender con que algunos betikos respetaran un poco más a los del alarde mixto; es decir, cada marcha, su espacio, su tiempo, su turno, y respeto mutuo), he comprendido que me perdieron las formas. ¿Por qué? Porque yo no le escribiría a este amigo directamente eso que escribí, es mejor hablar las cosas.
Todo esto plantea una serie de cuestiones. En primer lugar, todos tenemos amigos para todo. Si me cortara cada vez que tocara un tema polémico para un amigo en concreto, este blog no tendría sentido.
Por otra parte, Internet se ha convertido en un ágora donde proponer debates e intercambiar opiniones (publiqué todos y cada uno de los comentarios que recibí). Si todos nos cortamos, ¿esto en qué queda?
Y lo peor es que me vienen a la mente las palabras de cierto famoso provocador (la cita es buena, pero si menciono quién es, va a perder eficacia) que dice: "Si cuando dices algo nadie se molesta, es que no has dicho absolutamente nada". Claro, para eso ya está El Diario Vasco ;P (cualquier día se van a cansar de mis bromas, pero lo bien que me lo paso...).
Hala, ya me salió el ramalazo punki para joder un artículo que iba muy bien. Sólo puedo retirarme. Gracias por su atención.
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